sábado, marzo 25, 2006

Hola Wely:
Hoy es un día muy especial, los momentos que nos has hecho vivir estos días, ten por seguro que nos marcarán toda la vida, hasta que toque el momento de salir tras de ti, porque no te conformaste con abrazarnos a todos mientras partías a ese viaje tan hermoso, para reencontrarte con tus papás, tu hermana, la Marina y muchos otros que te adoran como nosotros, también quisiste entregarnos tranquilidad, enviándonos distintas señales.
Gracias por estar con nosotros en tu habitación, por responder a nuestras preguntas, por visitar a todos los que corrían a tu lado o estaban con toda su alma junto a ti, como la Carol, la Naty, la Ani, el Mauri, el Alejandrito y el Marcos.
Gracias porque siempre que pedimos un consejo ocupaste tu sabiduría y amor. Gracias por escuchar atenta y no inmiscuirte en la vida de los demás. Gracias por entregarte por entero a todos, por estar cuando te necesitábamos, por dejar que te besáramos, por pedir ayuda, aunque a veces te callabas y aguantabas las ganas, por ejemplo de pedir un helado ¿Cuántos helados te quieres comer? O prefieres un viaje a Antofagasta, porque ahora lo puedes realizar.
Gracias por amarnos, por darnos besitos ricos, porque junto al tata nos ayudaron y ayudarán para sobreponernos a todos nuestros problemas.
Gracias por mudarnos cuando bebés, por bailar junto a nosotros, por ser nuestra cómplice en las historias de amor, por darnos tus bendiciones, por ser tan hermosa, por regalarnos una familia tan linda y unida, gracias por escuchar la misma música que nosotros. ¡Ah! Y gracias dicen la Paty y la Vale, por regalarles un cachete a cada una.
Gracias por hacernos reír a carcajadas, incluso ahora, mientras leemos tus poemas, porque tú eres una gran poetiza, eres la mejor.
Wely, ahora no te vamos a molestar, vas a poder dormir hasta la hora que te plazca y cantar en la Scala de Millán con Janet McDonald y Nelson Eddy.
Mi viejita linda, tienes que estar tranquila, porque si antes teníamos dos grandes tesoros, hoy te tenemos guardadita en el corazón y el tata es nuestro regalón, porque no se va a librar de nosotros, lo vamos a cuidar con todo nuestro amor, el mismo que les entregamos, sólo que ahora será todo para él.
Wely, hace mucho tutito, descansa feliz porque nosotros siempre te recordaremos, en cada detalle, en las flores que se abren al amanecer, en los pajaritos que cantan como tú, en la música que bailabas, en el olor de tu habitación, en los ojos de mi tatita, en las caricias de nuestras madres y nuestro lindo tío Raúl.
Recuerda wely, que tanto tú como el tatita, han llegado a ser como segundos padres para tus yernos, quienes también fueron marcados con esa carita tan tierna que tienes.
Podría seguir hablando tantas cosas de ti, pero necesitaríamos un coro de ángeles, para que pudieran entonar tus vivencias eternamente.
Hasta pronto abuelita María.
Te amamos.